lunes, 22 de agosto de 2011

PAUTAS PARA MEJORAR LA EDUCACIÓN EN INGENIERÍA

Hernán Darío Cortés Pérez
Área de Administración y Desarrollo Humano
Escuela de Ingeniería de Antioquia
Envigado, Colombia


Resumen

El presente artículo ha sido desarrollado a partir de la propuesta de innovación curricular presentada por la Dra. Lueny Morell en un curso dictado en la Escuela de Ingeniería de Antioquia. El objetivo es analizar los principales aspectos de mejora de la educación en ingeniería con énfasis en el perfil del egresado y del docente como actores claves del proceso formativo. Los resultados indican la necesidad formar los estudiantes de ingeniería desarrollando competencias claves como creatividad e innovación, trabajo en equipo, comunicación oral y escrita y aprendizaje a lo largo de la vida.

Palabras clave: Competencias, Currículo, Instituciones de Educación Superior, Perfil del egresado, Perfil del docente en ingeniería.


1. Introducción

Este trabajo ha sido estructurado como una reflexión a partir del curso “la innovación del currículo: cerrar la brecha entre nuestra manera de enseñar y la práctica de Ingeniería”, dictado por la Dra. Lueny Morell, en la Escuela de Ingeniería de Antioquia, en agosto de 2011.

El contexto de la educación superior en Colombia y el mundo está enmarcado en los últimos años por una serie de cambios de orden tecnológico, económico, empresarial y social que conllevan a evaluar y la posibilidad de redefinir aspectos y características de los procesos clave de las instituciones universitarias, a fin de formar profesionales de la más alta calidad y como una respuesta apropiada a las demandas sociales de su entorno.

Específicamente lo anterior implica revisar de manera sistemática y minuciosa el rol y los perfiles de los actores principales de las instituciones dedicadas a prestar un servicio educativo: directivos, docentes y estudiantes.

El panorama mundial presenta transformaciones significativas que tienen un impacto sobre la educación superior con respecto a variables como las estructuras demográficas, los desarrollos en ciencia y tecnología, los fenómenos de globalización – regionalización, la consideración del conocimiento como bien transable con valor de uso y de cambio, la creciente democratización y la búsqueda de la equidad, el énfasis en construcción de capital social, el discurso alrededor de la alianza de civilizaciones y la autonomía (ASCUN, 2007).

En este sentido, el Instituto Internacional de la UNESCO para la educación superior en América Latina y El Caribe, IESALC (2008) estipuló en la conferencia Regional de la Educación Superior (CRES, 2008) que en un mundo globalizado con avances tecnológicos cada vez más significativos, hay que consolidar el papel de la Educación Superior en la región como un factor estratégico para el desarrollo sustentable, la promoción de la inclusión social, la solidaridad regional y garantizar la igualdad de oportunidades. En este contexto, las IES deben asumir un claro compromiso social y su responsabilidad como servicio público, promoviendo el desarrollo de la ciencia y la tecnología, al mismo tiempo que programas y actividades constructoras de los aspectos humanísticos y que apunten a la formación integral y de ciudadanía.

Marzo, Pedraja & Rivera (2006) plantean que el entorno en el que desarrollan sus actividades las instituciones universitarias está poniendo de manifiesto algunas debilidades en la formación impartida a sus egresados. Entre ellas se destaca la falta de adecuación entre las competencias potenciadas potenciadas por las universidades en sus alumnos y las demandadas por las organizaciones.

Al respecto, Checchia (2009) plantea que aspectos tales como la apertura de los mercados, la internacionalización de las economías, la globalización y la diversificación de los sistemas productivos, reclaman a las Instituciones de Educación Superior formar graduados preparados para actuar en un entorno cambiante, donde las competencias profesionales se presentan como factores distintivos de la calidad de la formación.

En general, las universidades dotan a sus titulados de un alto nivel de conocimientos teóricos. Esta competencia, aunque es valorada por las organizaciones, no resulta suficiente para ajustarse a la demanda de competencias profesionales que realizan dichas organizaciones (Marzo, Pedraja, & Rivera, 2006).

De la misma manera, Marzo, Pedraja & Rivera (2006) al citar a (Schultz, 1981; Lenzshow, 1991; Garduño, 1999) comenta que las universidades no están siendo capaces de adaptar sus planes de estudio, y los contenidos de las asignaturas, a las nuevas características del entorno. Los planes de estudio de las diferentes carreras universitarias suelen ser diseñados con la participación casi exclusiva de los profesores, prevaleciendo sus intereses frente a los manifestados por las principales beneficiarias del fruto de las instituciones universitarias, las organizaciones y la sociedad en general.

Tanto en Colombia como en el ámbito internacional existe un cierto consenso sobre la existencia de una crisis que afecta a la ingeniería tradicional. Es un hecho que la profesión ha perdido presencia y liderazgo en los asuntos relacionados con el desarrollo social y material de los países, al tiempo que se echa de menos los extraordinarios aportes de la ingeniería en las primeras décadas y mediados del siglo XX (Valencia Restrepo, 2010)

En este mismo sentido, Ulloa (2008) plantea que actualmente hay déficit de ingenieros tanto en Colombia como en el mundo occidental. Lo más preocupante de esta situación es que al parecer el estado, las empresas, las universidades y la sociedad en general no se han dado cuenta de las implicaciones que esta situación tiene para el desarrollo del país, pues sin ingenieros, no podremos competir en un mundo cada vez más globalizado. Necesitamos ingenieros para impulsar el desarrollo de muchos sectores hoy incipientes y en los cuales tenemos potencial para crecer y en los cuales tenemos potencial para crecer y los requerimos también para reinventar muchos sectores industriales en la región y el país, que han entrado o entrarán en crisis por los desarrollos tecnológicos y la globalización.

Ante esta situación expuesta se abren una serie de interrogantes que será menester atender y responder de una manera acertada por los organismos, instituciones y personas responsables de manera directa e indirecta en el mejoramiento de la educación impartida a los futuros ingenieros: ¿cuál es el perfil del futuro egresado de ingeniería? ¿Qué condiciones o paradigmas deben cambiar en las instituciones educativas? ¿Cuál es el nuevo rol del docente bajo este escenario? ¿Cuál es el perfil del docente?


2. Mejoramiento de la educación en Ingeniería

Morell (2011) plantea cinco aspectos esenciales que permiten lograr una mejora sustancial en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el caso de la ingeniería:

i. Reformar el currículo y la experiencia de aprendizaje.
ii. Enfocarse en el aprendizaje.
iii. Fomentar la creatividad y la innovación.
iv. Implementar el mejoramiento continuo y un sistema de gestión de la calidad.
v. Educar el profesor de ingeniería del futuro.

A partir de esto, esta experta en temas educativos, propone que las instituciones de educación superior revisen y rediseñen los currículos de los programas académicos por medio del entendimiento de las necesidades de la sociedad, del mercado y los retos que se presentan en la sociedad postmoderna.

En este sentido, es evidencia que el diseño curricular de una carrera profesional responda, en primera instancia a las necesidades latentes de la sociedad y no las del mercado.

Las demandas sociales hacen referencia a un conjunto de problemas que son reconocidos como tales por un grupo social que asume la vocería y pone en evidencia la necesidad de atención sobre ellos. Así, se entiende que estas van mucho más allá de las demandas del mercado, en el sentido de que no se remiten exclusivamente a las expectativas de los estudiantes o los empleadores, sino a problemas más amplios, sensibles y generales, a cuya solución se puede y se debe contribuir, por supuesto, y entre otras, a través de la educación superior (Hernández, Saavedra, & Sanabria, 2006).


Perfil del egresado en ingeniería

Morell (2011) propone dentro del perfeccionamiento curricular que deben emprender las instituciones educativas, el perfil del egresado en ingeniería con base en un conjunto de competencias personales:

 Destrezas técnicas
 Creatividad / ingenio
 Aprendizaje a lo largo de la vida
 Buenas habilidades de comunicación
 Capacidad analítica
 Flexibilidad
 Habilidades de Liderazgo
 Ética
 Resolución de problemas
 Negocios y administración de destrezas

Marzo, Pedraja & Rivera (2006) en su investigación “Las deficiencias formativas en la educación superior: el caso de las ingenierías” concluyen, al revisar la literatura especializada sobre el tema, que existen cuatro grupos de competencias en los que, en una situación ideal, debería existir ajuste entre la fomentadas por las universidades en sus alumnos y las demandadas por las organizaciones a sus trabajadores. Dichos grupos son:

 Contenidos de la Carrera: conocimientos prácticos que presentan los graduados.

 Habilidades Sociales: comunicación oral, capacidad para integrarse a la empresa y para apreciar distintos puntos de vista.

 Habilidades Metodológicas: capacidad para aplicar los conocimientos prácticos y teóricos, para pensar de forma crítica y para analizar e interpretar información, aprendizaje continuo.

 Competencias Participativas: capacidades para trabajar bajo presión, para tomar decisiones y asumir responsabilidades, negociar y solucionar conflictos.

De igual forma, Mompó (2009), directivo de la Universidad Europea de Madrid, arguye que de ahora en adelante las universidades tendrán que volcarse en educar al joven ingeniero para la empleabilidad. Ya no vale formar al ingeniero según las inveteradas tradiciones de cada titulación, sino que ahora hay que combinar conocimientos con cualidades competenciales para el desempeño profesional que demandan las empresas, en un entorno económico cada vez más dinámico y global.

Las habilidades del ingeniero sólo se alcanzan su grado máximo de expresión cuando residen en una persona educada en los valores personales y las competencias profesionales que el ingeniero que la sociedad requiere hoy en día para sus ingenieros, que están llamados a cumplir misiones encaminadas a mejorar el bienestar de todos (Mompó, 2009):

 El trabajo en equipo, en todas sus facetas, y en entornos internacionales y multiculturales dentro de un contexto de globalización.
 La capacidad para el trabajo en equipos multidisciplinares, y también ser un ingeniero interdisciplinar.
 La comunicación oral y escrita, según la forma en la que se trabaja en las empresas. Esta competencia también se debe dominar en inglés.
 El carácter emprendedor (iniciativa, innovación, flexibilidad, dinamismo).
 La cultura del esfuerzo, embebida en la propia cultura del aprendizaje.
 Las competencias necesarias para formarse, y autoformarse a lo largo de la vida.
 La responsabilidad.

De otro lado, Valencia (2010) comenta que en cuanto a los atributos del ingeniero, siguen teniendo cualidades tradicionales como apego a la realidad, sentido de los cuantitativo, capacidad de modelar, servir de puente entre la ciencia y la tecnología, potencial como innovador y líder de la industria. Estas no son suficientes y se requiere considerar otros atributos como la orientación del uso de la tecnología, la capacidad interdisciplinaria, el buen uso del lenguaje y la comunicación, la percepción de las relaciones entre lo técnico, administrativo, político, económico, ambiental.

De la misma forma se requiere un profesional de la síntesis y la integración, es decir, que sea capaz de separar para analizar, de reunir para sintetizar, de modo que un problema dado aparezca en su contexto natural. Esto exige un trabajo interdisciplinario en el cual el ingeniero puede desempeñar una tarea muy significativa si es capaz de sostener un diálogo respetuoso con otros saberes y al mismo tiempo aporta su capacidad de buscar soluciones (Valencia Restrepo, 2010).

Finalmente Ramírez (2009) presenta una propuesta de acciones que contribuyan al desarrollo de un pensamiento crítico aunado a una actitud creativa, como base para el desarrollo de competencias profesionales de los futuros ingenieros, en el esquema de un mundo globalizado, en el que la pareja ciencia-tecnología está ligada de manea natural.


Perfil del docente en ingeniería

De igual forma que en el perfil del egresado, Morell (2011) plantea en su propuesta de innovación curricular, el nuevo perfil del docente, enfatizando la necesidad de proveer al estudiante de un ambiente de aprendizaje, fomentar en los alumnos el trabajo en equipo, aplicar estilos de aprendizaje y emplear métodos apropiados de aprendizaje activo:

 Comunicador superior
 Experto en su materia
 Aplicación de la ingeniería
 Comprometido con diferencias culturales
 Mentor / profesor efectivo

Jirón & Martínez (2009) realizaron un análisis de algunos aspectos relacionados con el conocimiento profesional de los profesores de ingeniería y proponen al final de su trabajo fortalecer el conocimiento profesional docente:

 Mediante procesos de formación pedagógica y didáctica,
 Propiciando procesos de reflexión sobre la práctica docente propia e
 Impulsando procesos de investigación educativa que permitan caracterizar la cultura de base de los ingenieros colombianos y su incidencia en el conocimiento profesional docente.

González (2008) resalta las conclusiones del Centro de Planificación para América Latina destacando que el éxito de las instituciones educativas dependerá de la medida que se fomente la excelencia individual, y esto sólo se logrará cultivando un sofisticado tipo de destreza social: la competencia del liderazgo, dicha competencia capacita al docente para movilizar a un grupo de personas (alumnos, empleados y docentes) con el propósito de mejorar la calidad de la enseñanza. Como tal, los profesores deben gestionar un proceso de trabajo en el que participan muchas personas. Eso los convierte en líderes y en la forma en que se ejerza dicho liderazgo va a constituir una importante condición de la actuación docente (Zabalza, 2007).


3. Conclusiones

Las nuevas realidades de los escenarios nacional e internacional, reclaman con prontitud a las instituciones de educación superior, una modernización en la forma de educar a los futuros ingenieros de manera que se responda a las demandas sociales y a las necesidades particulares de las organizaciones.

Lo anterior promueve la necesidad de replantear el perfil del egresado de ingeniería, y de la misma, el perfil y el rol de los docentes universitarios responsables de la formación de los ingenieros.

En este orden de ideas, el perfil del egresado está enmarcado por competencias claves como creatividad e innovación, trabajo en equipo, comunicación oral y escrita y aprendizaje a lo largo de la vida.

Es menester investigar a futuro de manera exhaustiva cuáles son las condiciones o paradigmas deben cambiar en las instituciones educativas y los retos que deberán asumir en el contexto descrito en este documento.


4. Referencias
[1]. ASCUN, A. C. (2007). Políticas y estrategias de la educación superior en Colombia 2006-2010.
[2]. Checchia, B. (2009). Las competencias del docente universitario. Innovative Hight Education, 133-146.
[3]. González, O. (2008). El liderazgo transformacional en el docente universitario. Multiciencias, 36-47.
[4]. Hernández, A., Saavedra, J., & Sanabria, M. (2006). La formación administrativa en Colombia. El caso de las maestrías. Revista Facultad de Ciencias Económicas: Investigación y Reflexión, 21-38.
[5]. IESALC, I. I. (2008). Declaración de la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe. Plan de Acción. Cartagena, Colombia:: UNESCO.
[6]. Jirón, M., & Martínez, C. (2009). Conocimiento profesional de los profesores de ingeniería: una aproximación al problema. Manizales: TEA, Cuarto Congreso Internacional sobre Formación de Profesores de Ciencias.
[7]. Marzo, M., Pedraja, M., & Rivera, P. (2006). Las deficiencias formativas en la educación superior: el caso de las ingenierías. Cuadernos de gestión, 27-43.
[8]. Mompó, R. (Enero de 2009). Nuevo perfil competencial del ingeniero. Revista bit, 68-70.
[9]. Morell, L. (28 de julio de 2011). La innovación del currículo: cerrar la brecha entre nuestra manera de enseñar y la práctica de Ingeniería. Medellín, Antioquia, Colombia.
[10]. Ramírez, M. (2009). La importancia del desarrollo de competencias del futuro ingeniero. Recuperado el 17 de agosto de 2011, de www.unam.mx: http://www.dcb.unam.mx/Eventos/Foro3/Memorias/Ponencia_06.pdf
[11]. Ulloa, G. (2008). ¿Qué pasa con la ingeniería en Colombia? Ingeniería & Sociedad.
[12]. Valencia Restrepo, D. (2010). Crisis y futuro de la ingeniería. Ingeniería y Sociedad, 1-6.
[13]. Zabalza, M. A. (2007). Competencias docentes del profesorado universitario. Madrid: Narcea.

1 comentario:

  1. Muy bien Hernán

    Es un interés común que las competencias personales claves de todos los ingenieros de la EIA sean la creatividad e innovación, trabajo en equipo, comunicación oral y escrita y aprendizaje a lo largo de la vida

    Esto implica cambios metodológicos tanto en el aula como en la estructura curricular mediante la realización de proyectos prácticos y con aplicaciones claras al campo profeesional que el estudiante haga en diferentes momentos de su plan de estudios

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